La apnea obstructiva crónica (AOS) es una enfermedad caracterizada por la interrupción total (apnea) o parcial (hipoapnea) de la respiración durante el sueño. Se trata de un trastorno de sueño que afecta a la calidad del descanso y produce síntomas diurnos como somnolencia excesiva durante el día. Los datos recogidos muestran una prevalencia elevada en población general, en torno al 4-6% en hombres y el 2-4% en mujeres. Entre las razones de esta diferencia, se encuentran las variaciones de la vía aérea superior, estabilidad respiratoria y distribución de grasa entre ambos sexos. A menudo se suele aconsejar perder peso a las personas con AOS leve-moderado, sin embargo, parece ser más beneficioso para los hombres que para las mujeres, debido precisamente a la distribución de grasa en las vías respiratorias superiores de los hombres.
No obstante, la prevalencia en mujeres aumenta con la edad —especialmente después de la menopausia— por lo que se ha sugerido que las hormonas sexuales femeninas podrían tener algún tipo de efecto protector sobre la permeabilidad de las vías respiratorias superiores. En este sentido, la investigación ha demostrado que cada año adicional en la menopausia se asocia con un mayor número de apneas.
Las mujeres también pueden tener un mayor riesgo de AOS durante el embarazo, a causa de una serie de factores como por ejemplo el útero en crecimiento. Lo cual, eleva el diafragma y cambia la mecánica pulmonar. Además, durante la gestación, aumenta la circunferencia del cuello, reduciendo la permeabilidad de la vía aérea superior. Todo ello, conlleva un incremento en la frecuencia del ronquido y las apneas. La AOS puede afectar hasta un 8% de las mujeres en el segundo trimestre de embarazo y, estar asociado a la presencia de complicaciones como la hipertensión y la diabetes gestacional. Aunque los estudios disponibles sugieren que la prevalencia y la gravedad de la AOS pueden ser menores en las mujeres que en los hombres, las consecuencias de la enfermedad son similares. Destacando entre ellos, una asociación con el riesgo cardiovascular, hipertensión arterial, arritmias cardiacas, diabetes, accidentes cerebrovasculares, entre otros.
Por otra parte, las mujeres con AOS aquejan con mayor frecuencia trastornos del estado de ánimo como ansiedad y depresión, fatiga durante el día, calidad del sueño reducida y un empeoramiento de los síntomas conductuales.
Afortunadamente, todo ello es potencialmente mejorable con un diagnóstico apropiado y un tratamiento oportuno de la AOS. Los sistemas de presión positiva continua en la vía aérea superior (CPAP) ayudan a mantener la vía aérea permeable y corregir las apneas. Este tratamiento reduce el riesgo de eventos cardiovasculares —en pacientes con AOS de cualquier gravedad— mejorando significativamente los síntomas diurnos como la somnolencia excesiva, alteraciones del ánimo y concentración, en definitiva, una mejora en el bienestar y la calidad de vida de estas personas.
En nuestra clínica del sueño AdSalutem disponemos de otros tratamientos como los dispositivos de avance mandibular (MAD), que pueden representar una alternativa para personas con AOS leve-moderada o que han rechazado la terapia CPAP. Dicho todo esto, dadas las diferencias en la fisiología entre sexos y las prevalencias observadas en cada género, es importante aplicar una terapia personalizada que ofrezca una atención óptima para cada paciente diagnosticado con AOS.
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Para saber más:
Wimms A, Woehrle H, Ketheeswaran S, Ramanan D, Armitstead J. Obstructive Sleep Apnea in Women: Specific Issues and Interventions. Biomed Res Int. 2016;2016:1764837. doi: 10.1155/2016/1764837. Epub 2016 Sep 6. PMID: 27699167; PMCID: PMC5028797.