La Dra. Masdeu habló del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), un trastorno del sueño de elevada prevalencia que, a nivel local, se explica por un colapso de la vía aérea superior a nivel de la supraglotis (en la faringe) pero que también tiene efectos sistémicos altamente conocidos mediados por la hipoxia intermitente que ocasiona y que afecta a todos los órganos. Así las personas con SAOS grave no tratado, tienen elevado riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y cerebrovascular. También en esta línea hay estudios que han mostrado mayor incidencia y prevalencia de cáncer en este grupo de pacientes.
El tratamiento con CPAP (presión positiva continua en la vía aérea superior) trata el colapso de la vía aérea a nivel local, lo cual ha mostrado mejorar los síntomas diurnos relacionados con la enfermedad. El impacto de la CPAP en las complicaciones sistémicas del SAOS va ligado al cumplimiento de la terapia, siendo aquellos pacientes con más horas de cumplimiento los que muestran mayor beneficio en el control de las complicaciones sistémicas. A pesar de esto, la respuesta al tratamiento con CPAP no es uniforme, y los avances en el conocimiento de la enfermedad han evidenciado una gran diversidad en la población de pacientes con SAOS lo cual podría explicar también la diversa respuesta al efecto del tratamiento.
La diversidad entre los pacientes hace que hablemos de diferentes poblaciones que hay que ir caracterizando con las nuevas metodologías y herramientas de análisis para, en definitiva, hacer un cambio en el enfoque terapéutico hacia la personalización de los tratamientos. Por ello, gran parte de la investigación se está concentrando en esta dirección.