En los últimos años es habitual que nos interesemos por programas y rutinas para mejorar nuestra salud y calidad de vida. Las iniciativas para incrementar el bienestar y la satisfacción con la vida tienden a centrarse en elementos del estilo de vida como el ejercicio, la nutrición o las actividades relajantes como la meditación. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se pasa por alto un aspecto que, según el conocimiento científico, puede ser determinante para todo lo demás, la calidad del sueño.
No dormimos lo suficiente
Según la encuesta realizada por la sociedad española del sueño (SES) en colaboración con la empresa Philips, los españoles dormirnos de media 6,8 horas, tiempo de descanso inferior a lo recomendado para personas adultas (entre 7 y 9 horas). Además, el mismo estudio detalla que más de la mitad (58%) considera que tiene un sueño deficiente o de mala calidad [1].
Teniendo en cuenta que hasta un 48% de las personas tiene problemas para conciliar o mantener el sueño, un 25-35% de la población adulta padece insomnio transitorio y entre un 10 y un 15% sufre de insomnio crónico, podemos afirmar que la calidad del sueño es una asignatura pendiente que requiere nuestra atención [2].
Un informe más reciente sobre la calidad del sueño a nivel mundial, y en el contexto de la pandemia de la Covid-19, detalla que solo el 55% de las personas se siente satisfecho con su sueño; y apunta que el estrés asociado es la causa más común de los problemas de sueño [3].
Claramente, no estamos durmiendo lo que necesitamos. Aunque las razones específicas de la privación del sueño difieren de un individuo a otro, es habitual que restemos horas de sueño para dedicárselo a otras de actividades que nos mantienen hiperconectados, dificultando aún más la conciliación. Es muy habitual escuchar decir a algunas personas «he dormido solo 5 horas hoy, es que estoy muy ocupado» o “Dormir es una pérdida de tiempo”. Ya sea que el tiempo esté reservado para el trabajo, la familia o el tiempo personal, el sueño no suele estar en nuestra lista de prioridades.
A pesar de ser un problema extendido, un tercio de las personas que tienen alteraciones de sueño no busca ayuda profesional ni sabe cómo puede mejorar su sueño [2]. Por este motivo, es fundamental que instituciones, expertos y demás entidades tomen conciencia de que el sueño de calidad es una prioridad de la salud pública.
Impacto del déficit de sueño

Repercusiones médicas, sociales y económicas del insomnio. Medigraphic El residente. Clínica de Trastornos de Sueño, Facultad de Medicina, UNAM. [4]
Los costes en sanidad, accidentes laborales y la falta de productividad son los principales factores del impacto socioeconómico de la falta de sueño y, según estudios recopilados por la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada y Grupo Lo Monaco, dicho gasto podría superar los 2.800 millones de euros anuales en España. [5]
Se estima que la mitad de la población sufre trastornos del sueño, siendo el insomnio o las apneas del sueño, las alteraciones que tienen un mayor impacto económico y social por bajas laborales o accidentes de conducir. La fatiga y somnolencia asociada a la falta de sueño, multiplica por dos el riesgo de sufrir un accidente, conducir fatigado y somnoliento se asemeja a conducir con un 0,5% de alcohol en sangre. [6] Lo que podría explicarse por las consecuencias de la privación de sueño sobre la cognición, la atención y tiempo de reacción [7].
Además de las consecuencias evidentes tras una noche de descanso insuficiente, la privación de sueño tiene un impacto a largo plazo que desconocemos. Aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades como la depresión, diabetes, enfermedad de Alzheimer, accidente cerebrovascular e incluso cáncer, por nombrar solo algunos.
Otro punto que subestimamos es el papel del sueño sobre nuestro rendimiento y satisfacción en el trabajo. La falta de sueño conduce a un menor rendimiento, concentración y peor toma de decisiones. A su vez, reduce nuestra capacidad creativa y de resolución de problemas. Un bajo rendimiento que conduce —a las personas privadas de sueño— a perder 11 días al año de productividad [8,9].
¿Por qué es fundamental el sueño reparador en el rendimiento y la creatividad?
Cuidar de la calidad de nuestro sueño tiene indudables beneficios para nuestro rendimiento en el trabajo, la vida personal, así como para nuestra salud y bienestar en general.
Respecto a lo laboral, conocer y aplicar las recomendaciones de higiene de sueño, puede reducir el ausentismo, aumentar la productividad y mejorar las interacciones de networking. Al mismo tiempo que podría disminuir los costos sanitarios asociados al insomnio, la fatiga y el estrés.
Conscientes de la importancia del estilo de vida, en los últimos años han proliferado programas e iniciativas centradas en mejorar nuestra calidad de vida cuidando las actividades de la vida diarias. Pero, quizá por su aparente pasividad, el sueño siempre queda en último lugar de la lista de elementos para tener en cuenta. La falta de sueño es, en un nivel, obviamente un problema personal que se ve influido por la propia salud mental, nutrición saludable y la actividad física. Sin embargo, como la sociedad hiperconectada que somos, también es un asunto colectivo que debe abordarse desde otras dimensiones sociales. Aunque ha sido un tema subestimado, cada vez más «las personas se interesan y buscar soluciones para cuidar de su sueño y bienestar. Es común encontrar atletas, creativos y empresarios que incorporan rutinas de sueño en sus programas de mejora del rendimiento y calidad de vida» explica el Dr. Antoni Esteve, fundador de la iniciativa en AdSalutem. Además, añade que “El sueño reparador cuenta con amplias evidencias para convertirse en la mejor herramienta para cuidarnos y aumentar nuestra satisfacción con la vida”.
Cuanto mejor dormimos, más sano comemos, más nos movemos o hacemos ejercicio y mejor nos enfrentamos al estrés.
Al parecer, el sueño tiene un papel fundamental en la efectividad de todos los demás esfuerzos de salud que hacemos: cuanto mejor dormimos, más saludablemente comemos, más nos movemos o hacemos ejercicio y mejor afrontamos el estrés. Un efecto sinérgico que hace del sueño la prioridad número uno.
Debido a que el sueño no cuenta —por el momentoꟷ con tan buena imagen como la nutrición y el ejercicio, desde AdSalutem queremos trasladar el conocimiento científico y las herramientas para que todos podamos beneficiarnos de un sueño saludable y de calidad.
Por qué las empresas deberían preocuparse por el sueño
Para las empresas también debería ser un tema prioritario, puesto que mejorar el sueño de los empleados representa un «Win to win», los empleados mejorarán su salud física y mental, además de ser más productivos. Más allá de un impacto directo en la productividad, un empresario también se beneficiará de un menor ausentismo y mejores relaciones entre el equipo. El empleado disfrutará más del trabajo (y de la vida), ya que el sueño impacta directamente en nuestro estado de ánimo y nuestro equilibrio emocional.
Y en el caso del empresario, la investigación sugiere que cuando los líderes duermen bien, guían mejor a sus equipos, y, estos están más comprometidos y satisfechos [10]
Teniendo en cuenta que muchos de nosotros consideramos que «ser feliz y sentirse realizado» es un objetivo importante en la vida, es desconcertante que reduzcamos las horas de sueño o descuidemos los hábitos que lo inducen, cuando, de hecho, es un factor directo y fundamental para nuestra felicidad diaria. Por lo tanto, instamos a todas las personas a que pongan el sueño en la agenda de prioridades para vivir una vida más saludable, mejorar la productividad y ser más felices.
Autores y colaboradores:
Escrito por Rut A. Ruiz Fernández, redactora científica en AdSalutem Instituto del Sueño.
Bibliografía consultada:
- ¿Cómo duermen los españoles? Sociedad española del sueño y Philips.
- Prevalencia de insomnio en España. Sociedad española de neurología.
- How COVID-19 changed sleep around the world. The Philips 2021 global sleep survey
- Haro VR, Labra HA, Sánchez NF. Repercusiones médicas, sociales y económicas del insomnio. Residente. 2010;5(3):130-138.
- El Laboratorio del Sueño y Promoción de la Salud. Universidad de Granada y grupo Lo Monaco.
- Tefft BC. Acute sleep deprivation and culpable motor vehicle crash involvement. Sleep. 2018 Oct 1;41(10). doi: 10.1093/sleep/zsy144. PMID: 30239905.Williamson AM, Feyer AM. Moderate sleep deprivation produces impairments in cognitive and motor performance equivalent to legally prescribed levels of alcohol intoxication. Occup Environ Med. 2000 Oct;57(10):649-55. doi: 10.1136/oem.57.10.649. PMID: 10984335; PMCID: PMC1739867.
- Lim J, et al. Sleep deprivation and vigilant attention. Ann N Y. Acad Sci. 2008;1129:305–322.
- Kessler RC, Berglund PA, Coulouvrat C, Hajak G, Roth T, Shahly V, Shillington AC, Stephenson JJ, Walsh JK. Insomnia and the performance of US workers: results from the America insomnia survey. Sleep. 2011 Sep 1;34(9):1161-71. doi: 10.5665/SLEEP.1230. Erratum in: Sleep. 2011;34(11):1608. Erratum in: Sleep. 2012 Jun;35(6):725. PMID: 21886353; PMCID: PMC3157657.
- Sick, Unsafe, and Unproductive: Poor Employee Sleep Is Bad for Business.
- Sleep Well, Lead Better. Health And Behavioral Science. Christopher M. Barnes