
Sueño e infancia: cómo hacer que el sueño no se vaya de vacaciones
“Déjanos jugar un ratito más, que no tenemos sueño… ¡Y mañana no hay cole!”. “Déjame dormir un poco más, solo son las doce…”. ¿Te suenan
AdSalutem » La primavera, el sueño altera
¿Te despiertas con la nariz tapada o estornudas mientras duermes? Ya sean estacionales o durante todo el año, las alergias son muy molestas.
Se estima que entre el 20% y el 40% de las personas de todo el mundo sufren de rinitis alérgica. Los síntomas incluyen estornudos, picazón o secreción nasal, ojos llorosos y, para muchas personas alérgicas, también falta de sueño1. Las personas con alergias tienen más del doble de probabilidades2 de tener insomnio en contraposición de los que no tienen alergias.
Los alérgenos irritan las fosas nasales cuando entran en la nariz y provocan síntomas incómodos como congestión nasal, estornudos y ojos llorosos. Estos síntomas afectan a la capacidad para respirar con facilidad y tienden a empeorar por la noche, dos razones por las que las alergias comúnmente conducen a una mala calidad del sueño.
Sin una buena noche de sueño terminarás sintiéndote cansado y, sin lugar a duda, malhumorado al día siguiente3. Estar cansado puede perjudicar tu rendimiento educativo y laboral4, afectando negativamente tu salud y bienestar. Además, dormir mal también aumenta la ansiedad y el estrés, lo que a su vez hace que sea más difícil conciliar el sueño5.
Las alergias no solo afectan la conciliación del sueño, sino también interfieren con la capacidad para mantenerlo a lo largo de la noche. Las personas alérgicas pueden despertarse debido a una nariz congestionada, estornudos o un ataque de tos. Con el tiempo, este tipo de privación del sueño inducida por alergias se suma, creando un círculo vicioso que lleva a algunas personas a depender de medicación para el sueño6 con el objetivo de ayudar a conciliar o mantenerlo, lo cual no es una solución idónea.
Las alergias pueden afectar todos los aspectos del sueño. Las personas con rinitis alérgica son significativamente más propensas de sufrir problemas de sueño7, entre los cuales se incluyen:
Durante el día, los problemas no acaban. Es más probable sufrir de dificultades para despertarse8, experimentar fatiga durante el día y tener cefaleas y sinusitis matutinas. También parece haber una correlación entre la gravedad de las alergias de una persona y la gravedad de sus problemas de sueño. En otras palabras, cuanto peor son sus síntomas de alergia, peor es su sueño.
Para algunas personas con alergias, la dificultad para dormir puede convertirse en trastornos del sueño más graves, como enuresis nocturna, insomnio, sueño inquieto, ronquidos, apnea obstructiva del sueño (AOS) y otras formas de trastornos respiratorios del sueño. La conexión entre las alergias que causan o empeoran la apnea del sueño es de particular preocupación porque sabemos que la AOS puede causar dificultad para perder peso9, hipertensión, enfermedad cardiovascular10 y la muerte11.
Desde una perspectiva pediátrica, la ciencia sugiere que las alergias aumentan el riesgo de apnea obstructiva del sueño entre los niños12. Los niños con trastornos respiratorios del sueño tienen más del doble de probabilidades de tener rinitis alérgica que aquellos que no tienen apnea del sueño. Dormir mal puede ser especialmente dañino para los niños porque se relaciona con la pérdida de días lectivos en el colegio o instituto13, problemas del comportamiento, dificultad para memorizar contenido o concentrarse e, incluso, un empeoramiento del coeficiente intelectual14.
Dormir con alergias puede ser difícil, pero es posible. Aquí te presentamos 7 consejos para hacer frente a las alergias y dormir mejor.
Los purificadores de aire15 puede ayudar a mejorar el sueño de las personas con y sin alergias. Ayudan a limpiar el aire del dormitorio de alérgenos domésticos comunes como moho, ácaros del polvo, caspa de mascotas e, incluso, polen traído del exterior.
Si dejas las ventanas abiertas durante el día, invitas a los alérgenos a tu hogar. Las ventanas y puertas cerradas, por otro lado, pueden hacer mucho para mantener los alérgenos afuera y lejos del dormitorio.
La mayoría de las personas se sorprenden por la cantidad de escombros y polvo acumulados en los rincones y grietas de la habitación. Usa telas tupidas para las sábanas y fundas de almohadas para impedir que el polvo quede atrapado. Evita los objetos “atrapapolvo”, como animales de peluche, flores falsas y libros viejos en el dormitorio.
El pelo y la caspa de las mascotas son dos alérgenos comunes que afectan el sueño, por lo que dormir en una habitación alejado de tu mascota puede ayudarte a aliviar tus alergias por la noche. Proporciónales una cama cómoda fuera del dormitorio.
Después de pasar tiempo al aire libre, especialmente durante los días de alto conteo de polen, quítate la ropa cuando entres a casa y lávala. Tender la ropa fuera también aumenta la posibilidad de que se llene de alérgenos.
Ducharse antes de acostarse ayuda a eliminar el polen. Haz que las duchas sean parte de tu rutina antes de acostarse.
Hablando con tu médico puedes analizar algunas opciones de tratamiento según el tipo de alergias que tengas. Existen medicamentos de venta libre, medicamentos recetados y cambios en el estilo de vida que pueden brindar alivio para asegurar un descanso saludable.
Si tienes alguna duda, ponte en contacto con AdSalutem para concertar una primera visita y evaluar tu sueño.
Este texto ha sido adaptado, en alguna de sus partes, basándose en la información difundida el 1 de abril de 2022 por Sleep Foundation: A OneCare Media Company), bajo el título: Allergies and Sleep (Leer artículo).
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