¿Por qué los pacientes de Parkinson tienen problemas para dormir?
A pesar de tener temblores diurnos, los pacientes de Parkinson no tiemblan mientras duermen6. Sin embargo, tanto la enfermedad de Parkinson como los medicamentos utilizados para tratarla pueden dar lugar a una serie de problemas de sueño que conducen al insomnio y a la somnolencia diurna excesiva.
Los pacientes con síntomas motores pueden tener problemas posturales durante el sueño. Otros pacientes pueden experimentar angustiosas alucinaciones nocturnas cuando intentan conciliar el sueño. Estos pueden ser el resultado de medicamentos o deterioro cognitivo.
A su vez, la somnolencia diurna excesiva (SDE) puede ocurrir como consecuencia de dormir mal por la noche. También puede ser desencadenada por medicamentos. Los pacientes de Parkinson que padecen SDE pueden correr un mayor riesgo de sufrir accidentes y ser incapaces de realizar actividades de forma segura, como conducir un vehículo motorizado.
Dado que el insomnio suele ir de la mano con la ansiedad y la depresión7, puede ser un factor que contribuya a los problemas de sueño en personas con enfermedad de Parkinson. Por esa razón, los médicos a menudo buscan trastornos de salud mental en personas con enfermedad de Parkinson que tienen problemas para dormir.
Relación entre la enfermedad de Parkinson y los trastornos del sueño
Las personas con enfermedad de Parkinson parecen ser más susceptibles a ciertas condiciones del sueño:
– Alteraciones del ritmo circadiano8
La reducción de dopamina puede alterar significativamente el ciclo de sueño y vigilia. Esta interrupción del ritmo circadiano puede alterar el horario de sueño, dando lugar al insomnio y la somnolencia diurna.
– Trastorno de conducta durante el sueño REM
Es uno de los trastornos del sueño más comunes que se observan en personas con enfermedad de Parkinson y afecta hasta al 50% de los pacientes9. Este trastorno se caracteriza por la ausencia de atonía muscular en la fase REM (“movimiento ocular rápido”, por sus siglas en inglés), aunque los pacientes no se dan cuenta de este comportamiento.
Los movimientos que se producen pueden traducirse en acciones violentas, como dar golpes. A diferencia del sonambulismo, quienes padecen el trastorno de conducta durante el sueño REM suelen recordar sus sueños y describirlos como vívidos. Este trastorno a menudo comienza años antes de que se diagnostique el Parkinson10 y parece ser un factor de riesgo para un deterioro cognitivo más severo.
– Apnea obstructiva del sueño (AOS)
Las personas con apnea obstructiva del sueño (AOS) sufren obstrucciones repetidas durante la respiración en el sueño que provocan despertares, a menudo acompañadas de ronquidos. Las personas que padecen la enfermedad de Parkinson a menudo muestran obstrucción de la vía respiratoria superior, enfermedad pulmonar restrictiva y otros factores que contribuyen a una mayor probabilidad de desarrollar 11.
– Síndrome de piernas inquietas (SPI)
El síndrome de piernas inquietas se caracteriza por una necesidad incontrolable de mover las piernas, especialmente cuando se está en reposo. Este trastorno del sueño afecta entre el 30% y el 80% de las personas con enfermedad de Parkinson y, a menudo, aparece muy temprano en la enfermedad12. Algunas investigaciones proponen que la coexistencia de la enfermedad de Parkinson y el síndrome de piernas inquietas puede estar relacionada con la falta de dopamina en el cuerpo13.
– Nicturia
La micción nocturna frecuente, o nicturia3, afecta a la gran mayoría de los pacientes de Parkinson hasta cierto punto. Aunque técnicamente no es un trastorno del sueño, la micción nocturna frecuente afecta la calidad del sueño y puede resultar en un sueño fragmentado y menos reparador.
La relación entre la enfermedad de Parkinson y el sueño
No está claro si la falta de sueño hace que los síntomas parkinsonianos empeoren o si el empeoramiento de los síntomas parkinsonianos provoca la falta de sueño. En muchos casos, es probable que se trate de un caso bidireccional, en el que cada uno exacerba al otro.
El sueño fragmentado y la privación del sueño parecen dejar al cerebro más vulnerable al estrés oxidativo14, que se ha relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. La enfermedad de Parkinson generalmente no se diagnostica hasta que las personas han desarrollado suficientes síntomas motores, momento en el cual una parte significativa de las células cerebrales ya se han dañado. Si la mala calidad del sueño o tener trastornos del sueño presagia el desarrollo de síntomas parkinsonianos15, estos podrían ser útiles en el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Diagnóstico y tratamiento de los problemas del sueño de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es crónica y progresiva, lo que significa que tiende a empeorar con el tiempo. Sin embargo, existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a controlar los síntomas y permitir que los pacientes tengan un sueño más reparador.
La forma más sencilla de empezar a dormir mejor con la enfermedad de Parkinson es adoptar hábitos de sueño saludables. Los consejos de higiene del sueño para quienes padecen la enfermedad de Parkinson incluyen:
- Cumplir con los horarios regulares para acostarse.
- Seguir una rutina constante a la hora de acostarse, con actividades relajantes como escuchar música o leer un libro relajante.
- Hacer ejercicio regularmente, preferiblemente temprano en el día.
- Obtener una exposición adecuada a la luz, ya sea al aire libre o mediante terapia de luz.
- Evitar las siestas largas y las siestas al final del día.
- Crear un ambiente fresco, oscuro y cómodo para dormir.
- Apagar las pantallas una hora antes de acostarse.
- Reducir la ingesta de líquidos antes de acostarse.
- Evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco.
- Comer una dieta saludable y evitar las comidas copiosas por la noche.
La luminoterapia16, el ejercicio17 y la estimulación cerebral profunda18 se han utilizado con éxito para mejorar la calidad general del sueño y para tratar afecciones específicas, como el trastorno de conducta durante el sueño REM, en pacientes con enfermedad de Parkinson. La terapia cognitiva conductual para el insomnio (TCC-I) ha demostrado su eficacia para reducir el insomnio en adultos sanos, aunque se necesita más investigación sobre los efectos de la TCC en pacientes con enfermedad de Parkinson.
Los pacientes que sospechan que sus problemas de sueño pueden ser causados por un trastorno del sueño deben consultar con un médico especialista en sueño acerca de las pruebas adecuadas, como un estudio del sueño conocido como polisomnografía. Este es un examen nocturno durante el cual múltiples sensores monitorean las etapas del sueño, los movimientos oculares y otros datos biométricos para identificar posibles trastornos del sueño.
Si se diagnostica un trastorno del sueño, el tratamiento puede ayudar a abordar sus posibles síntomas. Por ejemplo, un paciente con apnea obstructiva del sueño (AOS) puede optar por utilizar una máquina CPAP para estimular la respiración ininterrumpida mientras duerme. Además, existe una gran variedad de medicamentos y somníferos, como la melatonina, que también se utilizan para tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson relacionados con el sueño.